Cuando uno tiene sobrinos que oscilan entre los 3 y los 6 años se da cuenta de la belleza que son los niños. Por ejemplo, es una belleza que mi sobrino a cada regaño o llamado de atención que le hagas te conteste con un "maldita sea", o que mi sobrina ante la misma situación arroje cualquier cosa que este a su alcance. Como actuar ante este problema hoy tan cotidiano (que en mis tiempos no era así....¬_¬)???
Pues dicen que cuando haces algo de una forma y no te funciona, pues debes probar de otra. Y si los regaños, castigos y tundas que proporciones a los niños pequeños no funciona hay que tratar de otra manera.
Y aquí es donde está la belleza de los niños: aunque tu los consideres egocentricos ellos simplemente se tienen un gran amor propio, se quieren, hacen lo que les gusta, no se preocupan por nada, no les importa romper esquemas o paradigmas, simplemente.... son felices!
Pero allí en esa felicidad siempre debe existir un ogro malo que venga a interrumpirla (lease, un adulto lleno de paradigmas queriendo imponerselos). Es cierto que no podemos permitir que los niños hagan lo que quieran, pero tampoco debemos permitir que ellos hagan lo que nosotros queremos. Bien lo dice Ricardo Arjona en su canción "Si yo fuera diputado":
"...Si yo volviese a ser niño, seguro no le haría caso a nadie.
Te heredan sus complejos, iglesia y hasta equipo de futbol..."
¿Que recomiendo? Dejemoslos ser libres mientras no le hagan daño a nada ni a nadie, y en el futuro si se dan cuenta de que lo hicimos.... a lo mejor nos lo agradecen.