Que trágico
No pense que volvería a escribir en un blog.
No espero que alguien más lea este blog.
He tenido amargas experiencias a partir de él, pero esto es parte del crecimiento.
Lo que me motiva a escribir es algo trágico ocurrido. Johan Romero, compañero de la Universidad, de mi misma edad y excelente persona, murió hoy en la Piscina Olimpica de Santa Marta.
Es difícil creer que un muchacho con grandes sueños y expectativas, vea su vida truncada adí de repente. Y esto lo pone a pensar a uno... y que tal si me pasara a mi? que pensaría la gente de lo ocurrido? quien será el que más llorará? que dirán mis amigos ahora que no me verán más?
Y por eso escribo, porque si dado el caso de que no me vayan a ver más, al menos tengan la oportunidad de leerme (si alguien se acuerda de que existe esta página), que me conozcan lo que no he permitido que lo hagan y que me entiendan; que entiendan mi razón de vivir. Yo tampoco la sé, pero sé que la encontraré, y esta será la bitacora donde intentaré registrar lo que me ocurra.
Adios eterno a Johan, y se que tu muerte no es en vano, y que ocurrió para cumplir un proposito o quizas como peldaño hacia la razón de vivir de alguien.
1 comentario:
Cuando yo estaba en el ejercito, un muchacho que ingresó conmigo le metió un tiro sin querer a otro del mismo contingente con una ametralladora M-60.
Ahí hablé un rato con el man. El pobre no estaba en este mundo.
En fin, el cuento es que esas cosas pasan y aprender a vivir, en parte, es aprender a lidiar con esas pérdidas sin enloquecerse.
Todo se va.
Publicar un comentario