sábado, junio 03, 2006

No hay historias que contar

Me he dado cuenta que 2 de las posiciones más ventajosas en un dialogo son la del abogado que interroga a su testigo y la de el psicólogo en una entrevista de trabajo. Y ambas por una razón: Cualquier cosa que digas puede ser usada en tu contra.
Ayer en una entrevista de trabajo me paso algo extraño. Me puse nervioso, lo que se noto en el tono de mi voz, y en las respuestas que dí.
En dicha entrevista, una pregunta me dejo fuera de base, ya que me pidieron que les contara una historia feliz sobre mí. Por el afan de responder dije cualquier cosa.
Luego que salí de la entrevista y ya con más calma intente responderme a mi mismo esa pregunta y sin embargo no pude hacerlo. Los recuerdos en mi cabeza son vagos. Aun me sigo haciendo esa misma pregunta y no logro responderla. Quizas no haya nada que contar. Quizas por la subjetividad de las emociones lo que yo considere feliz a otra persona le parece aburrido, o poco creible. Es cierto que ese tipo de preguntas las hacen pprecisamente para conocerte mejor, y obtener tu perfil, pero el que te estén analizando no inspira nada de confianza. Es como cuando estas con la chica que te gusta y dices algo que a ella no le parece, intentas retractarte para caerle mejor, pero igual que con las chicas tampoco funciona con los psicológos, pues empeora la situación.
Se dice que la felicidad es un camino, no un estado. Así que debo emprender ese camino para empezar a contar mis historias.

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