Los tiempos cambian
Cada día nos damos cuenta del avance de la humanidad. Los niños de ahora tienen cotas de aprendizaje y progreso mucho mayores a los niños de nuestra época. Ellos están basados en el conocimiento, nuevos conocimiento que por lo que parece se transmite en los genes. Pero cada vez más se está perdiendo esa inocencia infantil que regocijaba con solo verla. Con esas simples especulaciones acerca del color del cielo, de la frescura de la brisa, del miedo de las tormentas, o de cosas tan tradicionales como la navidad. Lanzo una alerta aquí: Los niños están dejando de ser niños.
Hace unos instantes me regocije en una tertulia sobre los tiempos de infancia, los tiempos de "la lleva", "el escondido", "el fusilao". Juegos que ya no se juegan porque ahora esta Yu-Gi-Oh!, Pokémon, y un sinfin de juegos impuestos por los medios. Esto es lo que le estamos dando a nuestros niños. Queremos que tengan lo que nosotros nunca tuvimos, pero ¿quién dijo que lo que nosotros tuvimos fue malo?
Recuerdo que todos los días de mi infancia, nos aprovechabamos del mal servicio eléctrico de nuestro país y era una cita de honor el asistir para luego escondernos, de ir para que no nos vieran, al sonido de unas palabras que si bien no venían al caso para nosotros significaban mucho: "Tombola, tombola, tombola..." era el llamado al que respondiamos para repartirnos la piedrecita que decidiría si hoy estabamos de suerte y nos escondiamos, o teníamos de la mala y nos tocaba buscar.
He aquí un rincón de nostalgia que he abierto, con el cual espero alcanzar los niños interiores de cada uno, que se regocijen con nuestra niñez y que a falta de niños inocentes recopilemos cada historia aquí.
Espero sus comentarios.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario